Experimento un continuo deseo de desaparecer. Escabullirme entre la gente y ahogarme en una esquina.
Tener que convencerme de que habrá solución, que saldré de este continuo que no cesa, esperando algo que no llega y que no puedo buscar porque no sé qué es. No creo que vivir haya de ser tan complicado, que se pueda tener tan poco valor ante los problemas o que el día a día sea un "arrastrar los pies por el fango".
Lees libros, ves películas, te cuentan cuentos, anécdotas, historias reales y ficticias y dices "yo quiero estar ahí" pero es todo mera fantasía. Solo querría ser el protagonista de esos sueños que me hacen vibrar de emoción ante la vida y en cambio me llevo decepciones con apenas unos segundos que saben a libertad y me hacen olvidar lo suficiente para no caer en la desesperación.
Es duro mentir, seguir en un mundo de hipocresía introspectiva ¿amarte a ti mismo? Crecemos aislados del amor al prójimo y pedimos la satisfacción personal. Nos aferramos a la familia, amigos y religiones en busca de la comprensión y solo encontramos entrega e insuficiencia. Deseamos demasiado para lo que podemos tener o alcanzar.
Lo triste del ser humano es conocer sus límites. Lo duro de arriesgar es perder. Lo peor del miedo es el dolor. Lo malo de la vida es la misma vida.