miércoles, 25 de noviembre de 2015

Obra.

Probar a ser como se prueba el alba. Crepúscula expansión de la manera de amarte que, ante los rayos, ponen (quizás) en duda la tonalidad de tus cielos. Claro, de ceguera y tacto, el calor se hace cuerpo y me acecha, yo, siendo conocido malhechor, prendo mis prendas y me dejo prender, en desnudez aparente(mente) pura.

Elegir, como se elige el aire. Mausoleo de espiga y alarde (alambre), donde cupo el lamento del dolor de dolores y huyen los vicios malheridos por la cura ¡MÍRAME! Suspiro el delirio como consciente de mi locura, aunque es mentira, teatro de doble fila, finjo para tu atención que también es aire (oh...mi amor).

Tocar, como se toca la espera. Allá por lo leve de la sombra, nacen los murmullos, crece mi alma y la oigo romper (CRASH...CRASH). Se esconde al retiro (la propia sombra) y vierte las aguas en regadío secreto a tu belleza, que es solemne y viva, como vivo es el que mata y vivo es, el que muere.

Acontecer, como acontece el equilibrio sobre el lienzo. Duro escalofrío sin tiempo ni sensación, que esclarece a borbotones de mi espacio, siendo yo escafandra y el derredor reflejo. Digamos pues, que normalmente soy espejo y, contigo, soy obra. 

martes, 17 de noviembre de 2015

18.11.2015

Quizás busque la paz. Rebusque, en mis bolsillos (quizás) y haga de ellos laberinto de una sola entrada (sin salida). Ande perdido y escondido, como se va el polvo a los rincones quiera yo emigrar, quizás. Puede, sea o no, luz de lugar secreto, camino desmedido y de bello ocupar en tierra de mío andar, yo, atento mirar y despistado silbar, muerdo las telas de los trajes que te atrapan y te ahogan de realidad.

Allá, en el cariño, he oído de bestias y leyendas que tras tanta fantasía afloran y se hacen campo, donde corremos y enfermamos de primavera eterna y frío que se hace escarpada tonalidad de colores trovadores de melancolía (lía...lía...la cuerda al cuello del suicida enamorado, de vidas flotantes y merecedoras. Mecedoras ¿¡nana, amada, nana!?)

¿Y si ocupas mi cuerpo en desmedido amor y yo cedo al esfuerzo y muero sin aire pero pleno? ¿Es muerte lo que me ha dado el amor? O ¿es el amor lo que me ha llevado a la muerte?

Ya no quepo en la onda que surca el aire jurando tu nombre. Ahora verso de las espumas que dejan tus bailes en el agua, cobro tiempo a lo bello, por ser eco con tus reflejo. Ahora, perpetuo lujo de razones a mí dado, te deseo en roce y ruego, como sueño y aleteo profundo de la noche yo te guardo.

Pierdo ¡TODO LO PIERDO! Pues me he vuelto loco y el cuerpo no es cuerpo. He perdido el sentido del sentimiento ¡SÍ! En aquel hueco de razones. A razón única, de ti (ti...ti...tiemblo y no hace frío. No sé, será el viento de tu boca, que es la puerta del vacío, ahora que te he perdido).

jueves, 12 de noviembre de 2015

Reo

Señor. Hoy, señor, te pido en súplica la redención. La absoluta redención y el perdón de la culpa por tolerar mi negativa al amor del amor.
He culpado al ser humano por ser humano, he discriminado la plaga total en el individuo noble y viejo, que lleva en su cuerpo la calumnia de ser presa del desastre (¡ESTE NATURAL!) de los hombres, que en desgracia caemos y en dolor levantamos.
Marchito ¡¿EN ESTE JARDÍN DE LOS MALDITOS?! Soy asesino de luciérnagas y padezco (compadezco) en la oscuridad plena, como pleno es el resquemor (sin lugar, principio ni fin).
¿Dónde van aquellos sin destino aparente, queda acaso el ser vacío e implícito el llorar? (Señor ¡déjame morir en paz!)
Veo despegar la alondra en vuelo tenue y tenaz, allí a su caza furtiva y silenciosa y deseo ser pluma y viento, alegre y eterno. Y ¿por qué no? ¿Y…?
Es menester que dejen mis heridas brotar, soy mártir de libre elección.
¡REO HACIA LA MUERTE!

(((Por las noches, y es apego, surge de lo oscuro OSCURIDAD.
En las noches, siendo ciego, veo un viento que me escucha palpitar.
¡AY! Las noches, hora de deseos y perpetuidad.
Allí en las noche, aleja la vida el sueño y...a soñar.
Noche, tú ¿podrá ser que sea tangible el tocar cuando el tocar(te) no es humano?)))


Él es joven, de literatura, vive en sueños y se deja soñar. Abraza la realidad con un puño y la aprieta...¡LA APRIETA! Ella llora sin ningún malestar. Se sabe viva porque él vive, y conviven, fluyendo y amando (amando odiar). Creen sinceramente pues la sinceridad les hace de la verdad el vértigo para no mirar, en ese fondo, perpetuo, donde no se puede (casi) respirar.

lunes, 9 de noviembre de 2015

A Ana.

Tú, mi muy amada tú:

siento, esquina por esquina (esquina de curva afín), aquello que recorre enmudecido, que calla por callar y que calma su pasar acompasado y de tono sutil (sufrir). En la doblez del propio y esquivo músculo que flexionó nuestras miradas a encuentro. Donde murió la pena.
Recuerpo”, dos veces tú y recuerdo, bosquejo, el humillar al tiempo tan tardío, de tarde plana y tierra en relieve sobre no(¿amedrenta la pena el delirio de corroer mi alma en ejemplo tu estancia ausente?)sotros, tan jóvenes que escapábamos a la inocencia y hacíamos del amor un fresco. Aire. Torrencial. Sin lluvia.

Mi amor, mi amargo amor...¡ME DUELE EL ALMA!
La propia pena...la propia pena es la que me duele.
La estancia, me duele. Me duele la estancia sobria y tardía del día en el pecho. Bajo la curva de un sentido gastado del roce del desuso. Me duele, ahí, tan claro y conciso como la palabra de un tal que cuál. Ahí...EXACTAMENTE AHÍ.
No habrá paz para este dolor, no habrá delirio o locura. Tendrá que, en su consumo consumado y deplorable, permanecer. Como queda el sentido de lo sensible en el carácter, y se hace el ser a través del CÓMO.
Padezco, mi querido querer, mi amado y elaborado sentimiento, tú. Adolezco en resquebrajar. Imagíname narciso en el madrugar, de alas congeladas y tallo maltratado. Imagíname niño infiel al juego. Imagíname, ahora sí, siendo hombre paciente ante el declive emocional al que le depara tu falta (esperaré en los puentes de tus comisuras ilusorias, en tus olores de paso ligero, allí en la soledad del oleaje madrugador).

Elaboraré el desplazar de mis manos en busca de (-l deseo puro) una leve, pero intensa, esperanza. Merecedor pereceré a tu lado.

Y tú, mi muy amada tú, habrás salvado la reconquista de mi propia pena, pues no recae en mi sino la vida sin ti sino la muerte en tus manos (santas).

martes, 3 de noviembre de 2015

Cerocuatro.Once.Dosceroquince.

Hubo vidas en las que nací ciego.
Hubo vidas en las que nací sordo.
Hubo vidas en las que nací, sí, y ahí quedé.
Hubo vidas en las que nací pobre. Pobre en la emoción y en el tacto, en las que reconocía los gestos por la mera impresión de la realidad.
Hubo vidas, varias, en las que nací en contraste, rebelde ante la imagen de un yo moderno y envenenado.
Hubo vidas que perdí.
Hubo vidas que volví a perder.
Hubo vidas de impresión loca y vivaz, entre fiestas de bochorno y mundanalidad.
Hubo vidas y venidas.
Ahora queda esta. Llena desde el principio hasta el hoy, todo se aglomera en este corto periodo de tiempo que es la existencia singular, en la que como en todo, perecemos intentando alcanzar la eternidad.
Que quede aquí, mi más sincero pésame, hacia mí y YO. Todo egoísmo es el ahora (JAJA, ahora es todo egoísmo). Nacerán las risas y el llanto en un mismo instante, y reiremos y lloraremos juntos, sobre hombros y suelos, ambos de tacto arenoso y olor a madera húmeda (((¿¿todos somos de todos??))). Conscientes inconscientes que apuñalan su propio alma porque desconfían del ser supremo que domina los cuerpos y los somete, erguidos, en fila india y azote constante.

(DISCREPO)

Hoy, vida presente y única, concurrían mis horas en una biblioteca del centro de una ciudad. Allí, mientras intentaba resolver mis problemas de concentración, comenzó a sonar un clarinete, de fondo, muy de fondo, con cambios de tono y ritmo. A una velocidad pasmosamente lenta y tranquila, con una serenidad enloquecedora y romántica. Recordé entonces mi pasado, más natural que este, siendo la juventud únicamente real en la niñez más absoluta. Iba, dos veces en semana al conservatorio, distraído y desinteresado ¡PERO QUÉ GILIPOLLAS! (...shhhh, era solo un niño). Y ahí queda todo, en ese intento de comprensión/perdón, que ahoga y deja cada vez ese cuello más fino y sin necesidad de aire. Yo que quise ser todo, llego ahora sin capacidades, pero obediente, muy obediente ¡SÍ-MÍ-SÁR-GÉN-TÓ!


(VUELVO A DISCREPAR)

Volvamos a las vidas pasadas, por favor, amor, amor mío, incandescencia de las olas en la oscuridad, escarcha (de mis aguas y mis aguas y tus aguas, que son aguas en mis aguas), flor, invento de rama y pétalos, de blanco y negro por ser TÚ demasiado color ¡VOLVAMOS! Concédeme esta súplica si es que me crees ¡porque yo te creo! (grito pero suave, muy suave). Sabes bien amor, mi amor, amor mío, que en esta luz dispar que es el día, concedo todo mi ser a sucumbir en tus brazos, y si fuese manca tu existencia en tu pecho, y si por alguna razón demoníaca de ello se te despojase, caería rendida en tu recuerdo, y, (sí, mi amor...sí) ¡dios no lo quiera! Hallasen mi mente en la locura, sería porque es verte en la invención donde únicamente puedo. Por favor, mi amor, mi más sincero amor, volvamos, allí, a esa vida que se nos arrebató antes siquiera de su concepción.


(NO PUEDO DISCREPAR AQUÍ)

Hubo vidas de ser y ver. De ver y ser. Hoy es vida ¿ayer?¿mañana?



(Esto es una crítica) (¿o no?)